jueves, 24 de mayo de 2012

Poesia Campera

Sembrando de bufidos la mañana
plantándose ante el hombre que lo cita,
escarba, se desplaza y encabrita
marcando sus pitones la aduana.


Mirada muy perdida, cual Guadiana
de pronto se convierte en dinamita,
cargando todo el peso de su cuita
haciéndolo furor de raza hispana.


Buscando en el embroque con intrigas
pegarle la cornada al del caballo
y así dar por saldadas sus fatigas


Vaquero, poderío sin desmayo
desplaza, cita y busca le persige,
entrando en el cercado como un rayo.




Por motivos y de expreso deseo no aparecerá el nombre del autor.


Jesus Garrido




  


    

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