Mano a mano entre Emilio de Justo y Jairo Miguel para cerrar el cartel de la Feria de San Fernando de Cáceres.Una gran tarde que parecía tranquila horas antes del gran acontencimiento, sin embargo, pocos minutos antes de comenzar el festejo se convertiría en una tarde de asombro y más espectación que el enanito bombero.
La empresa Inter Tauro decidía suspender el mano a mano por inclemencias meteorológicas ( aún sin haber caído ni una gota de agua), o al menos ese era el cartel que colgaba en las taquillas.
De todas formas, la plaza de toros estaba abierta, los toreros esperaban en el patio de caballos, los aficionados sentados en sus asientos y la presidencia ocupando su lugar.
En el patio de caballos, se oian rumores sobre la suspensión del festejo, falta de dinero (solo se había recaudado 6.500 € en taquilla), falta la llave de toriles o quizás por inclemencias meteorológicas…
A la hora prevista se hace el paseíllo, y según el reglamento da comienzo la corrida. Por megafonía se anuncia que no se podía celebrar el espectáculo porque no aparecia la llave de toriles.
¿Donde están las llaves de toriles, donde está la empresa para dar la cara, donde están los astados…? Preguntas sin respuestas, que lanzaban los aficionados desde los tendidos. De repente intervienen la policía nacional y un coche patrulla para desalojar el coso.
Los toreros, los aficionados y todos los presentes en el coso Era de los Mártires estabamos asombrados, no sabíamos si habría toro, si había gato encerrado o si tal vez era una de tantas veces que jugaban con nuestras ilusiones.
Los toreros viendo el panorama abandonaron el coso por la puerta grande, siendo ovacionados por los aficionados presentes.
El público y medios de comunicación esperaban a las puertas para conocer una respuesta de primera mano de Manolo Martín, diciendo este un leve y cortísimo.... “'lo siento”…
Quizas fue las inclemencias del tiempo, quizás fue la llave de toriles o el poco dinero recaudado… decidan ustedes